Alcaldesa de Hialeah otorga bono navideño de $1,000 a empleados municipales sin aval del concejo

Expertos legales señalan que el bono requiere aprobación del concejo por superar el límite de gastos del alcalde.

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Alcaldesa de Hialeah otorga bono navideño de $1,000 a empleados municipales sin aval del concejo

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La alcaldesa interina de Hialeah, Jacqueline García-Roves, anunció un bono navideño de $1,000 para todos los empleados municipales, pese a no haber obtenido previamente la aprobación del concejo para un plan de alivio financiero dirigido a residentes con dificultades económicas.

En un memorando fechado el 18 de noviembre, García-Roves informó que su oficina otorgará la bonificación "en reconocimiento al arduo trabajo, la dedicación y el compromiso" del personal de la ciudad.

La medida incluye a los empleados a tiempo parcial y excluye a funcionarios electos, contratistas del concejo, así como al personal de limpieza y seguridad subcontratado.

    Según un correo electrónico de la directora de Recursos Humanos, Elsa Jaramillo-Vélez, el incentivo será pagado en diciembre, una vez procesado por el Departamento de Finanzas. La ciudad estima que el bono cubrirá aproximadamente 1,492 empleados, lo que representa cerca de $1.5 millones en fondos públicos provenientes de excedentes municipales.

    ¿Cuál es el contexto político y administrativo de la entrega del bono?

    El anuncio ocurre semanas después de que fracasara en el concejo un plan para otorgar un pago de ayuda de $200 a propietarios de viviendas, propuesta impulsada durante el ciclo electoral en el que García-Roves y el concejal Jesús Tundidor resultaron derrotados como candidatos a la alcaldía.

    Con el nuevo alcalde electo, Bryan Calvo, programado para juramentarse el 12 de enero, la alcaldesa interina avanza con la entrega del bono navideño antes del cambio de administración.

    ¿Qué cuestionamientos legales ha generado el bono navideño?

    La decisión ha generado dudas legales. El exfiscal de la ciudad, William Grodnick (1998–2014), afirmó que la alcaldesa no tiene autoridad para otorgar una bonificación de esa magnitud sin la aprobación del concejo.

    Recordó que Hialeah establece un límite de aprobación de gastos de $25,000 para el alcalde, y que cualquier monto superior debe ser autorizado por el Concejo Municipal.

    "Debe ir al concejo porque la cantidad supera con creces los $25,000", señaló Grodnick. Agregó que la reactivación de bonificaciones navideñas —suspendidas por más de 25 años— sin negociación sindical ni consulta al concejo resulta "sospechosa".

    El exalcalde Raúl Martínez coincidió, al señalar que en su administración las bonificaciones se otorgaban únicamente bajo acuerdos sindicales y no de forma unilateral.

    Una interpretación legal emitida el 7 de octubre por el abogado municipal, Rafael Suárez-Rivas, indicó que cualquier gasto que razonablemente supere los $25,000 requiere la aprobación del concejo. Sin embargo, la oficina de García-Roves argumenta que la limitación no aplica porque el pago no se realiza a un proveedor, sino a empleados.

    El Herald solicitó aclaraciones al abogado municipal sobre si esta interpretación se ajusta a la normativa, pero no obtuvo respuesta.

    Grodnick rechazó la postura de la alcaldesa: "Eso es mentira. Todo gasto de esa naturaleza en Hialeah debe ser aprobado por el concejo. Si supera los $25,000, debe ser aprobado. Si implica $1.5 millones, debe ser aprobado".

    La próxima sesión del Concejo Municipal está programada para el 9 de diciembre, día que coincide con la segunda vuelta electoral para dos escaños, y será la última reunión para García-Roves como alcaldesa interina y para Tundidor como concejal, debido a su renuncia efectiva el 12 de enero para postularse a la alcaldía.

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