RD acelera transición hacia la eliminación del foam mientras el Senado afina nueva legislación ambiental

La eliminación progresiva del foam de un solo uso avanza en el país mientras el Senado afina un proyecto de ley que reforzaría la prohibición establecida por la Ley 225-20.

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Santo Domingo.– En medio de un momento decisivo para la política ambiental del país, el Senado de la República intensifica el estudio de un proyecto de ley que establecería la eliminación total del foam de un solo uso en un plazo de cinco años, una medida que reforzaría el marco regulatorio ya vigente para reducir los plásticos contaminantes.

El análisis legislativo ocurre apenas semanas después de que venciera, el 2 de octubre de 2025, el plazo contemplado en la Ley 225-20 que prohíbe el uso de envases de poliestireno expandido (foam) para alimentos y bebidas, y la entrega gratuita de fundas plásticas de un solo uso en comercios.

Desde entonces, el cumplimiento de la normativa y la presión internacional han abierto un debate más intenso sobre el futuro del sector plástico en el país.

Presión internacional y preocupación en el sector industrial

La transición ha puesto en alerta a la industria nacional. La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) expresó su preocupación tras una campaña impulsada por la Delegación de la Unión Europea (UE) que aboga por la prohibición absoluta del foam.

En una carta dirigida a la embajadora Katja Afheldt, la entidad señaló que esta presión externa genera "inquietud" en el sector manufacturero, que advierte posibles efectos en la inversión y la estabilidad del mercado local.

Aun así, el Congreso avanza. Las modificaciones a la Ley 225-20, ya aprobadas por ambas cámaras, colocan en el centro de la agenda ambiental la eliminación progresiva del foam no biodegradable, material ampliamente usado en bandejas, envases y empaques de comida.

Prohibición total del foam arranca en solo semanas

La ley establece un punto crítico: a partir del 1 de enero de 2026 quedará prohibida toda producción, importación, comercialización y consumo de foam que no incorpore aditivos biodegradables certificados.

La única excepción temporal seguirá siendo para los platos tipo "laptop" y las bandejas térmicas utilizadas en la industria alimentaria, debido a la falta de sustitutos funcionales y accesibles.

El país ya tenía un precedente: islas protegidas libres de foam

La transición, no obstante, no es nueva. Desde 2023, el Ministerio de Medio Ambiente prohibió el uso de foam y plásticos de un solo uso en las islas Saona y Catalina, como parte de las acciones para proteger ecosistemas sensibles del Parque Nacional Cotubanamá. Esa experiencia ha servido como referencia para las discusiones actuales.

Un material útil, pero letal para los ecosistemas

El foam, derivado de polímeros termoplásticos, es ligero, económico y ampliamente utilizado en empaques para alimentos. Pero su alto nivel de persistencia lo convierte en uno de los residuos más contaminantes. Su acumulación afecta costas, ríos y arrecifes, y su manejo representa un desafío crítico para la gestión de residuos en República Dominicana.

Un debate que marcará la agenda ambiental de 2026

Mientras el Senado afina la propuesta legislativa y la industria busca alternativas viables, la discusión sobre el foam se ha convertido en uno de los puntos más sensibles de la agenda ambiental del cierre de año.

Con la prohibición total entrando en vigor en pocas semanas, el país se prepara para un cambio profundo en sus prácticas de consumo y producción.

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