SANTO DOMINGO.- El Ministerio de Ambiente de la República de Panamá y el Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL) firmaron un acuerdo de colaboración técnica para trabajar de manera conjunta en la realización de una acción nacional de mitigación (NAMA, por su sigla en inglés) a nivel internacional, con enfoque en los sectores de cemento, energía y gestión de residuos.
El documento fue firmado por la ministra de Ambiente panameña, Mirei Endara, y el vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL, Omar Ramírez Tejada, en el marco de la segunda reunión de ministros de Ambiente y autoridades nacionales de alto nivel de cambio climático de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
La reunión se efectuó el 24 de junio en la ciudad de Panamá con el propósito de propiciar el intercambio de experiencias sobre la implementación de propuestas transformacionales en mitigación y adaptación al cambio climático en la región. Las entidades firmantes fungen como Punto Focal para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
El acuerdo de colaboración compromete a las partes a movilizar recursos de la cooperación bilateral, triangular, multilateral y de actores no estatales para elaborar conjuntamente estudios de línea base, abordar medidas de mitigación en los referidos sectores.
También, a unificar esfuerzos para definir medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores cemento, energía y gestión de residuos, y a promover la participación del sector privado en proyectos que procuren mitigar emisiones en los sectores referidos, y a asistirlo en la definición de estrategias empresariales para reducir emisiones que contemplen la creación de empleos, el crecimiento económico y la integridad ambiental.
El documento de colaboración también compromete a las entidades firmantes a abordar estratégicamente iniciativas de financiación climática para las acciones, actividades, programas y proyectos en el que participen de manera individual o conjunta, y a propiciar el intercambio de experiencias exitosas y buenas prácticas en adaptación al cambio climático y mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo la presentación de proyectos nacionales, bilaterales y regionales.
Otras actividades a desarrollar son la participación en las actividades y eventos, nacionales e internacionales, que sean relevantes a los proyectos que implementen en conjunto, hacer un plan de trabajo conjunto basado en las contribuciones nacionalmente determinadas (NDC) de cada país, y comunicar, según los medios y mecanismos que estén disponibles, los avances logrados en el marco del acuerdo, e incluirlos en sus memorias institucionales y/o anuales.
El convenio entró en vigencia a partir de la fecha de su firma, 24 de junio, y con una duración de cuatro años.
