BERLÍN.- Un familiar de dos víctimas de la catástrofe aérea de Germanwings ha presentado denuncia contra la médico del copiloto del avión, Andreas Lubitz, quien tenía un amplio historial de problemas psíquicos y tendencias suicidas cuando estrelló el aparato con 150 personas a bordo.
Se trata de un hombre de 61 años que perdió a su hija, la cantante de ópera alemana Maria Radner, y a su nieto, de 18 meses, ambos entre los pasajeros del avión que cubría el trayecto de Barcelona (España) a Düsseldorf (oeste de Alemania) el 24 de marzo de 2015.
El hombre ha formalizado ahora su demanda ante la fiscalía de Düsseldorf (oeste de Alemania), informa hoy el diario alemán «Die Welt».
Sus abogados sostienen que la médica no informó a la aerolínea ni a las autoridades de seguridad aérea alemanas de los problemas de su paciente, quien estrelló el aparato aprovechando la ausencia momentánea del piloto, al que bloqueó la puerta de acceso a la cabina tras quedarse solo en su interior.
De acuerdo con su argumento, en casos como el de Lubitz, al que se habían diagnosticado serios transtornos, no rige el principio del secreto profesional, sino que el médico debe informar de que la persona a la que atiende representa un peligro para la vida de otros.
El demandante había formalizado ya una querella hace unas semanas contra el servicio médico de la compañía aérea germana Lufthansa -matriz de la aerolínea de bajo coste Germanwings- y contra los responsables de seguridad aérea alemana por presunta negligencia.
Tras analizar las actas de la Fiscalía francesa, que dirige las investigaciones tras la catástrofe ocurrida en los Alpes, llegó a la conclusión de que la médica que atendía a Lubitz debía haber informado a los superiores del copiloto de la grave depresión que sufría y de que debía ser retirado del servicio.
Según se reveló tras la tragedia, Lubitz había pasado en los últimos años por unas 40 consultas médicas por diversos trastornos psíquicos y depresiones, tenía tendencias suicidas y estaba el día de la catástrofe de baja médica, pero lo había ocultado a sus superiores.
