Comprobado el colapso del Sistema Electoral, con la rebelión generalizada contra los resultados de los comicios, se ha impuesto la lógica militar y el uso de la fuerza, para darle solución a la demanda democrática, de claridad y justicia en el escrutinio de los votos. Se escuda el poder político y social en las Fuerzas Armadas, ante su incapacidad para darle respuesta política al grave problema electoral.
Pensar que con militares apostados en las oficinas electorales, dotados con armas de guerra y, de grueso calibre, se resolverá este riesgo de seguridad electoral, es un recurso ideológico impresentable. Ubican muy mal el foco del conflicto, pues las protestas son contra un sistema electoral injusto, que le ha impuesto el poder político y social a los partidos, que les niega a los ciudadanos y a sus militantes, su derecho a elegir y a ser elegidos.
Llevar militares a las oficinas electorales es querer sacar de los periódicos las imágenes de los altercados. Es eliminar el problema en la percepción del público o disuadir a la población, sin resolverlo. Seguirán las querellas en la población, puesto que el engaño esta fuera de las Juntas Municipales Electorales, está entre las fuerzas del poder que compiten por el control del poder posicional del Estado.
Luchan estas fuerzas en el campo gravitatorio del poder, sujetadas por ecuaciones propias del campo gravitatorio y por ecuaciones locales. Observen que peledeistas están enfrentados a candidatos del Partidos Revolucionario Dominicano, que es su rival en el campo gravitatorio. Pero fuerzas de la alianza de Gobierno, como el bloque institucional social demócrata, del Partido Revolucionario Dominicano, y de la Unión Demócrata Cristiana, están enfrentadas contra el Partido de la Liberación Dominicana, en Santo Domingo Norte, en Higuey, en Dajabón y en otros Municipios.
Usar una ametralladora calibre 70, serviría para amedrantar a la población, pero nunca daría una solución a estos contenciosos. Estamos ante intereses políticos enfrentados que merecen pactos, porque nadie es poseedor de verdades absolutas, cuando los poderes constituidos se enfrentan. Pues aquí, en lugar de engancharse a titulares, se debe dar paso a las realidades políticas de cada caso.
Manda la realidad Militar, y ningún conflicto político tiene solución fuera de las competencias políticas, puesto que cuando se pacta una solución, lo que surge es otro espacio distinto, con otras característica. Podemos verlo con lo que sucedió en Moca, entre el PLD y el PRM, el candidato del Partido Oficial, reconoció su derrota y el PRM, accedió a dejar sus otros reclamos.
Busquemos herramientas políticas para darle solución a estos problemas electorales, pues es la política la que ha usado los medios más indecentes, para construir esta realidad electoral, también indecente. Para alcanzar la armonía o la tranquilidad social deberíamos trazar, cuanto antes, el camino de todas las rectificaciones políticas necesarias, pues en IRAK hace 13 años, se anunció el fin de la guerra, ahocaron a Saddan Hussen, instalaron un Gobierno, contamos más de 15 mil víctimas, después de anunciado el armisticio, por los Estados Unidos.