SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Definida por sus allegados como una persona de fuertes convicciones e integridad, Minou Tavárez Mirabal es una de las dos primeras mujeres en aspirar a la presidencia de la República. Pero lejos de la vida política, existe otra faceta que provoca la mayor admiración de sus familiares y amigos.
Al hablar de Minou Tavárez Mirabal la palabra sensibilidad surge en más de una ocasión.
Desde pequeña Minou se destacó por su valentía y fortaleza, según cuenta su nana Ana Antonia Rosario, cariñosamente Tonó.
Nacida un 31 de agosto del año 1956 en Ojo de Agua, Salcedo, Minerva Josefina Tavárez Mirabal fue la primera hija de los héroes nacionales Minerva Mirabal y Manolo Tavárez Justo.
Aunque la tragedia marcó su vida con el asesinato de su madre cuando tenía cuatro años de edad, y de su padre 3 años después, sus allegados aseguran que Minou nunca perdió la capacidad de sonreír.
Tras la muerte de sus padres, Minou creció rodeada de sus primos, bajo la tutela de su abuela Doña Chea y su tía Dede.
Su primo hermano, Jaime David Fernández Mirabal, recuerda que Minou era la más tranquila del grupo y eso le valió en ocasiones las mofas de algunos de sus parientes
Sus cercanos admiran de ella su sencillez. Su nana Tonó recuerda de manera especial el día de su boda.
Otro aspecto que destacan es la fortaleza con la que dicen enfrenta los acontecimientos de la vida. Su amigo y compadre José Israel Cuello recuerda un momento en particular cuando nacieron sus hijos Camilla Minerva y Manuel Aurelio.
Más allá del legado familiar, Minou se ha abierto su propio camino en la vida nacional.
Ha sido diputada del Distrito Nacional desde el 2012, y fue vice canciller de la República en el período 1996-2000. Allí trabajó junto a Servio Tulio Castaños Guzmán, que la define como una mujer comprometida.
En el 2014 decidió romper su afiliación política con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y fundó el proyecto patriótico Opción Democrática.
A pesar de sus logros, Minou se mantiene fiel a sus raíces y es una asidua visitante en el Museo de las Hermanas Mirabal, donde descansan los restos de sus padres.